El efecto WOW que producen las herramientas de Inteligencia Artificial nos hace ser menos críticos con su funcionamiento. En general, tendemos a opinar mejor sobre el resultado obtenido de una IA, al que realmente es. ¿Por qué sucede esto?
Porque la IA nos ahorra tiempo y esfuerzo.
- Preguntar algo al chat GPT es mucho más rápido que buscar respuestas en Google.
- La generación y modificación de imágenes impresiona todavía más.
- Y qué tal las aplicaciones que generan diseños de interfaces basándose sólo en unas líneas de texto que les introducimos?
Es muy tentador poder hacer cosas con tan poco esfuerzo…
No pasa nada por querer resultados rápidos, pero sé listo. En este artículo te dejo 5 formas de cómo NO usar la Inteligencia Artificial y de esta manera no matar tus proyectos con el simple copypaste.
1. No generes datos para proyectos reales como UX Research
Con Chat GPT es fácil crear datos para personas, user journey, preguntas para entrevistas de usabilidad. Pero:
- la IA no tiene personalidad y existe el riesgo de perder tu forma única de resolver problemas y sacar conclusiones,
- el trabajo generado por la IA puede ser demasiado genérico e incluso equivocado, ya que no conoce las características específicas de tu proyecto,
- tienes que estar completamente seguro de que los datos generados por la IA sean precisos y que los comprendas bien.
Hoy en día todavía es mejor que hagas la investigación por ti mismo. Luego en caso de alguna necesidad específica puedes usar la IA, que es más útil para tareas cortas y muy concretas.
2. No generes copy para las interfaces que diseñas
Sí, es opuesto a lo que describo en el artículo “Chat GPT como compañero de trabajo en el Diseño UX“. Sin embargo, por los mismos motivos que he mencionado en el párrafo anterior, intenta evitar el sobreuso de Chat GPT para generar textos para páginas web u otros productos que diseñes.
El texto autogenerado no tiene el tono de voz corporativo y puede sonar muy soso y aburrido. Esto puede dañar la marca y la experiencia de usuario de tus productos digitales.
3. No analíces datos usando solo la IA
Los datos que pasas al chat GPT para analizar las entrevistas con usuarios u otros proyectos estarán sacados del contexto. La IA no es capaz de comprender las circunstancias de tu trabajo, empatizar ni leer entre líneas. Lo que puede llevar a la simple pérdida de conclusiones importantes.
Haz analíticas tú mismo y usa la IA como una herramienta adicional. Pero no le confíes la responsabilidad de sacar todas las conclusiones. El pensamiento crítico es esencial.
4. No diseñes interfaces usando la IA
Las herramientas como Microsoft Designer no hacen más que mezclar los elementos de UI Kits accesibles en internet. Por lo que sus diseños pueden resultar de baja calidad y sacados del contexto.
Si quieres hacer un trabajo creativo que realmente puede responder a los objetivos del negocio donde trabajas, la IA no es tu herramienta de diseño. La IA puede generar unas pantallas simples con una calidad reducida, pero en ningún caso diseñar por ti.
5. No intentes crear algo nuevo
La Inteligencia Artificial se basa en lo que ya está hecho y accesible en su base de datos. Su funcionamiento se limita a mezclar los elementos que tiene para dar un output relevante a tu petición.
La IA no piensa, no conoce el contexto y por lo tanto no crea nada nuevo. Y si estás trabajando sobre algo que no existe aún, la IA pierde su utilidad.
La conclusión: no confíes ciegamente en lo que hace la IA por ti
La clave es el pensamiento crítico. Comprueba que los textos generados por Chat GPT tengan sentido. Revisa si las imágenes hechas por Midjourney o Dall-e sean de calidad. Etcétera.
Un recordatorio amistoso. No insertes datos privados o sensibles a las herramientas de IA como Chat GPT. Todo lo que teclees en la ventanilla de tu respuesta en el chat se convierte en la propiedad de la empresa-dueña de dicha herramienta.