Co-diseñar con el cliente es cuando el cliente participa activamente en vuestro proyecto y, además de expresar sus preferencias, propone ideas e intenta ayudar a resolver dudas. Co-diseñar es formar un equipo con el cliente mientras perseguís el mismo objetivo.
¿Por qué vale la pena? Spoiler: porque el cliente puede ser un miembro más del equipo que tiene una visión, experiencia y conocimientos relevantes que tú no tienes.
Veámoslo en detalle.
Muchas veces queremos alejar el proceso de diseño del cliente lo máximo posible para tener espacio donde demostrar nuestra “expertise”, hacer las cosas de tal manera como solemos hacer sin complicarlas mucho, y evitar discusiones y explicaciones innecesarias… Pero:
¿Qué pasa si en el proceso de diseño participa nuestro cliente para quien supuestamente estamos trabajando? ¿Se puede co-diseñar algo con él de manera productiva?
UX es una disciplina donde las habilidades blandas importan mucho. Hacer UX es diseñar para personas, estudiar su mente y formas de pensar, y a menudo tomar decisiones teniendo en cuenta aspectos puramente psicológicos. Es tener la mente abierta y estar atento a toda la información que recibes.
Si el proyecto da la oportunidad de incluir al cliente en el trabajo, un diseñador UX lo que hará es aprovecharla.
Porque el cliente puede ser un buen colaborador
El cliente puede ser el usuario final o no. Tal vez trabajáis en un producto para que lo use el cliente mismo o para que luego lo presente a sus propios clientes. En cualquier caso, el cliente puede aportar su visión y estará interesado en llegar al mejor resultado posible: que el producto se venda, se descargue, que tenga buenas críticas, etc.
Porque escuchar la opinión del cliente y hacerle caso:
El cliente puede ver cosas que tú no ves
Es una opinión, unos ojos más. En el diseño UX nunca sobran estas cosas. Además, si la opinión es diferente a la tuya, esto ayuda a prevenir que los sesgos de diseño te cieguen. De ello puedes sacar una información valiosa sobre algunos detalles de diseño o el caso de uso.
El cliente puede tener una visión más realista sobre el caso de uso
Tal vez te pida mejorar algún producto que con el que ya ha interactuado mil veces y sabe todo sobre su práctica de uso. O tal vez estáis diseñando algo nuevo. Entonces el cliente puede darte información sobre porque su empresa lo necesita o, tal vez, porque otros intentos han fallado. Podéis construir un diálogo constructivo y sacar buenas ideas. ¡Aprovéchalo!
Te puede ayudar a entender lo que no está a la vista
Es un punto interesante. A veces (¿a menudo?) pasa cuando el cliente propone ideas o pide cambios y tú no acabas de entender sus motivos. Creo que este es el momento para preguntar sobre su visión y sus valores, sobre su negocio, sobre el contexto del producto que estáis diseñando. Pregúntale:
- ¿Por qué?
- ¿Para qué quiere hacer esto?
- ¿Qué quiere transmitir?
- ¿Cómo su idea tiene que encajar con su marca?
- ¿Qué pasa si no es posible hacerlo?”, etc.
Se trata de entender al cliente, su objetivo y aprender de su experiencia corporativa.
Te transmite una visión del proyecto desde otro ángulo
El cliente es un especialista en su campo. Sea un emprendedor, un profesional de marketing o un ingeniero. En cualquiera de los casos te va a transmitir su perspectiva. Y tú aprenderás de ello. Podrás ver el producto con los ojos de (por ejemplo) cómo venderlo, cómo promocionarlo o cómo construirlo.
¿Ya te he dicho que me encanta UX porque es muy multidisciplinar? 😉
Porque el cliente no es un buen colaborador
Obvio, ¿no? Todos tenemos personalidades y opiniones diferentes. No siempre se consigue dialogar de manera productiva entre miembros del mismo equipo o con los clientes. Además, creo que muchos tenemos nuestras historias del pasado cuando el cliente proponía cosas que no nos cuadraban. Por limitaciones técnicas, por no respetar el branding, por las suposiciones que están basadas en la intuición y deseos.
Mi consejo es el de siempre: ser flexible, atento y… sobre todo paciente. Y nunca desaprovechar información que puede ayudar a diseñar una UX que cumpla con los objetivos. Un cliente feliz es lo que necesita cada negocio, y el construir una buena UX es una forma de llegar a ello.